Fin de semana, es de noche. Hace mucho frío. Afuera todo está muerto, sólo se escucha el diálogo de unos jóvenes y sus estruendosas risas.
De momento una sirena rompe aquel condicional silencio. Oigo a mi padre levantarse con desesperación y rapidez… El es un bombero. Desde hace muchos años que lo es.
Recuerdo aquellas veces en las que sacrificó su tiempo con nosotros y salió en ayuda de los demás. Es todo un héroe.
Recuerdo con claridad las veces que desfilamos juntos con esos rojos e impecables uniformes… Tengo en la retina las muchas ocasiones en que me ordenó el uniforme y aquella característica y especial forma nerviosa de regañarme por haberlo desordenado.
Mis compañeros de curso desfilaban por la escuela, mientras yo, en cambio lo hacía como un bombero, a los cuatro años. Presumía ante ellos al pasar en aquel antiguo carro que aullaba vigorosamente, me sentía como mi papá. Me sentía un bombero.
Para mí, él es un héroe. El ser parte de ellos me demuestra su abnegación; su generosidad; su entrega... Cosas muy poco comunes en estos días.
Pero estoy consciente que su heroísmo lo ha llevado a poner en riesgo su vida.
Esos uniformes desteñidos y rotos, esos guantes delgaduchos… No quiero que nada le pase. No entiendo como esas delgadas telas han aguantado tan formidables temperaturas.
Me acuerdo de aquella vez en la que una lavandería se incendió, aquí, cerca de casa.
Soy bastante curioso, fui a ver. Me ubiqué al otro lado de la calle, y el calor era insoportable… No me imagino como ellos son capaces de entrar, allí todo se convierte en un verdadero infierno. Aquella vez uno de sus compañeros se lesionó una mano. La temperatura atravesó su guante.
Su casco, ¿será capaz de resistir el golpe de algún objeto que se le venga encima? Es bastante difícil. Me acuerdo de la bombera que rompió una pieza de su casco porque se le calló de las manos. Son bastante endebles.
Confío en que sus compañeros cuidarán de él, pero aún así tengo miedo. Es imposible no tenerlo. En aquel mundo hay muchas cosas que lo ponen en peligro…
Él se marchó, la puerta se cerró estrepitosamente.
Mi preocupación crece.
Sólo me queda confiar en que Dios lo protegerá; confiar en que sus compañeros cuidarán de él y que su sucio y desteñido uniforme sabrá aguantar aquel agotador trabajo.
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Un cordial saludo para todos los padres, en especial para aquellos que no se conforman con traer vidas al mundo si no tambien se dedican a salvarlas...
Merece una mención especial mi padre, personaje importante en la historia que acabo de publicar; sín él habría sido difícil llegar hasta donde estoy ahora y de avanzar en cuanto a mis metas personales.
"¡Te quiero, viejo!"
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2 comentarios:
Reconozco que no soy un buen bombero , también se que nunca lograré sentir que he dado lo mejor de mi para la institución y su cometido , sin embargo a pesar de todas las inumerables actividades que realizo en mi vida cotidiana , la vida bomberil ocupa un gran espacio en mi corazón . ¿Como ser indiferente cuando alguien grita desesperadamente por auxilio o cuando la desgracia a llegado a tocar su vida o sus bienes? , la reacción de ayuda nace espontaneamente como un deber que cumplir no importando la hora ni las circunstancias en que puede ocurrir.
Los bomberos son personas de bien que siempre están dispuestos a hacer de esta sociedad su motivo de ayuda y de solidaridad , ¿que mejor legado se le puede dejar a un hijo? , en esto tengo la certeza de no haberme equivocado ,recuerdo que cada vez que tomaba su manito pequeña enguantada con unos impecables guantes blancos que siempre le sobraba tela al final de los dedos y partiamos raudos al cuartel por que habia que representar a nuestra querida institución en el desfile , tenía la seguridad que llevaba a mi pequeño hijo al mejor de sus destinos , es cierto que en el camino todos se admiraban del "bomberito" vestido con tan hermoso traje , pero mi proposito no era que se luciera con su uniforme sino que se identificara como uno mas de los "chicos buenos" . creo que en gran parte he logrado mi cometido , tanto que este bomberito ahora mas crecido me motiva a seguir adelante con fuerzas y con el impetu juvenil que muchas veces a mi me falta.
Como no agradecer esta hermosa entrada y este reconocimiento personal , me permito adaptar esta sabia frase y usarla para mi cometido en este comentario:
"Los Padres no deben conformarse con traer vidas al mundo sino también se deben dedicar a Salvarlas".
Hermos homenaje.
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